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31 enero, 2024

[Artículo RPP] Alonso Cárdenas: Machu Picchu en peligro

Es necesario que nuestras autoridades replanteen la dinámica turista en aras de su sostenibilidad. Un aspecto clave que revolucionaría al sector es el desarrollo ferroviario. Por ejemplo, unir Lima con el sur mediante un tren como el que se acaba de inaugurar en Chile.

El Plan Nacional de Turismo 2016-2025 establece claramente en su Pilar 2 que es necesaria una “diversificación y consolidación de la oferta.” Es decir, que la estrategia del Estado peruano para tener un sector turístico sostenible y competitivo pasa sine qua non, por incrementar los productos o servicios turísticos ofrecidos, más allá de Machu Picchu. No obstante y a pesar de lo establecido en el Plan Nacional, las iniciativas han ido en sentido opuesto, vale decir, sobrecargar nuestra maravilla mundial, poniéndola en riesgo. Tres elementos evidencian este despropósito.

El primero es el aforo. En diciembre del 2023, el Comité Directivo de la Unidad de Gestión de Machu Picchu aprobó el incremento del número de visitantes diarios de 4 mil 44 a 5 mil 600. Es importante recordar que, en el 2015, el experto Douglas Comer elaboró un estudio a profundidad, indicando que el máximo de visitas diarias al santuario era 2 mil 244.

Esta recomendación fue asumida por la UNESCO y el gobierno peruano a través del Plan Maestro del Santuario Histórico 2015-2019, y posteriormente incorporada en el Reglamento de uso sostenible y visita turística para la preservación de la ciudadela, aprobada el 2017 ¿Por qué se ha dejado de lado la recomendación técnica de la UNESCO? ¿Cuál es el criterio que permite pasar de 2 mil a 5 mil 600 visitantes? No está del todo claro.

Segundo elemento crítico, el crecimiento desordenado de Machu Picchu Pueblo, antes conocido como Aguas Calientes. El 2004, una avalancha de lodo causó la muerte de 11 personas en la citada localidad, cuyo caos urbano parece estar fuera del control de las autoridades. Esta situación ya es de conocimiento de las autoridades internacionales. Es importante señalar que el 2017, la UNESCO envió una misión para estudiar el estado del santuario, y desde esa época evalúa declararlo como Patrimonio Mundial en Peligro.

Tercero y, probablemente, el punto más grave, el aeropuerto de Chinchero. En mayo del 2016, el diario británico The Guardian, publicó un extenso reportaje indicando que el citado aeropuerto “destruiría” Machu Picchu. En la investigación argumentan que  los aviones pasarían a poca distancia de  Ollantaytambo, causando daños incalculables a las ruinas. A su vez, se teme que la construcción afecte irreversiblemente la cuenca hidrográfica del lago Piuray, que suministra la mitad del agua al Cusco.

En mayo del 2019, la BBC publicó una carta  firmada por 200 expertos peruanos y extranjeros, donde se solicita al entonces presidente Martín Vizcarra, no continuar con el proyecto. En dicha misiva argumentan que el aeródromo generará "un daño irreparable al lugar y a su entorno", propiciando efectos nefastos como el incremento del ruido, el aumento del tráfico y la urbanización informal y descontrolada; situaciones que ya se están viendo.

¿Entonces? Es necesario que nuestras autoridades replanteen la dinámica turista en aras de su sostenibilidad ¿Cómo? Un aspecto clave que revolucionaría al sector es el desarrollo ferroviario. Por ejemplo, unir Lima con el sur mediante un tren como el que se acaba de inaugurar en Chile. Dicho tren impulsaría toda la cadena de valor en Ica y Arequipa de una manera cómoda, formal, segura, moderna, eficiente, rápida y amigable con el medioambiente. Desde Arequipa se debe potenciar el actual tren rumbo a Cusco. En la ciudad imperial se abriría un triple vértice ferroviario, por un lado, el existente hacia Puno; por el otro, construir otras dos vías férreas hacia Ayacucho y Apurímac, para propiciar el despegue de fortificaciones como Vilcashuamán y Choquequirao, por mencionar algunos.

A manera de conclusión, la actual dinámica turística no ha fomentado la diversificación. Todo lo contrario, está sobreexplotando un santuario frágil como Machu Picchu. Por ende, es necesario repensar nuestra estrategia país basándonos en el desarrollo ferroviario. Si seguimos por esta ruta, corremos el riesgo de matar a la gallina de los huevos de oro.

Sobre el autor:

Alonso Cárdenas

Docente de la carrera de Ciencia Política de la Universidad Antonio Ruiz de Montoya

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