9 mayo, 2024

Conversatorio “Ética periodística en el Perú ¿Hacia dónde vamos?”

El 7 de mayo se realizó el Conversatorio “Ética periodística en el Perú ¿Hacia dónde vamos?”, organizado por la Maestría en Filosofía con mención en Ética y Política de la Escuela de Posgrado y la carrera de Periodismo de la Universidad Antonio Ruiz de Montoya (UARM). La moderación del evento estuvo a cargo de Alessandro Caviglia, docente de la maestría y se contó con la participación también de Víctor Casallo, coordinador del programa. En las exposiciones se destacó la importancia de la educación cívica, del desarrollo del pensamiento crítico y de valorar el vivir en democracia como elementos fundamentales para actuar de manera ética. En el encuentro, se dialogó sobre una corriente autoritaria mundial que limita la libertad de prensa, la cual, en el Perú, se refleja en los 352 ataques a periodistas y el acoso judicial sistemático a periodistas como Paola Ugaz, Pedro Salinas, Daniel Yovera y Gustavo Gorriti, y en las más de 90 iniciativas legislativas para recortar la libertad de expresión en el país.

Rosa María Palacios, conductora de los programas Sin Guion en RTV y A pensar más en Radio Santa Rosa, dio cuenta que, en la actualidad, existen dos crisis: una vinculada con la forma en que las personas adquieren información y la otra con los atentados contra la democracia. A su juicio, estas dos grandes corrientes tienen un impacto importante en la forma en que los periodistas y los medios notician, así como en la forma en que el público consume las noticias, lo cual está en plena transformación. “No es que no se lea o que no se lea mucho o que no se desee tener información, sino que ya no se hace en el formato impreso. Uno de los grandes cambios es que ahora la adquisición de medios para consumir noticias ya no es una decisión colectiva, sino individual, ya que cada miembro de la familia cuenta con un dispositivo móvil con el que puede acceder con libertad y flexibilidad a la información”, explicó.

La abogada y periodista sostuvo que el otro problema que enfrenta el periodismo es la cantidad de fake news y la infodemia que alimenta la ausencia de credibilidad en los medios de comunicación. Por lo que, los medios tienen que ser económicamente eficientes para que logren sostenerse y la publicidad debe estar condicionada a que no exista ninguna injerencia en el contenido editorial. En ese sentido, Rosa María Palacios considera que es un desafío el aprender a vender el producto del periodismo independiente sea por suscripción o donación para evitar algún tipo de presión comercial o política.

Hacia una ética periodística

A su turno, Jenny Canales, jefa de la carrera de Periodismo de la UARM, añadió la crisis de la educación como otro factor que explicaría por qué a pesar de comprender lo que los medios de comunicación presentan, la ciudadanía no responde con movilización social para detener los actos de corrupción de los poderes del Estado. “Existen mecanismos en los cuales podemos participar como ciudadanos, pero no lo hacemos. No hemos aprendido a levantar la voz, a decir basta, a decir que no queremos esto. Los pocos momentos en que hemos observado una movilización más pareciera una reacción puntual, o incluso una moda. Venimos de una educación tradicional y represiva que nos lleva a pensar que la solución está en el otro, con más poder. A ello se suma que vivimos en una época en que tenemos que ser más eficientes y pensar en resultados, ello quizá ha llevado al periodismo a conformarse con lo más simple, sin profundidad”, señaló.

Felicitó el trabajo del periodismo independiente que trabaja de manera ética con información precisa y veraz, contrarrestando espacios en los que el espectáculo es lo más importante. “Por suerte existe este otro periodismo que es mesurado y que entiende su rol. El periodismo crea puentes entre la ciudadanía y lo que ocurre en la sociedad. Ser periodista es luchar, permanentemente, por decir la verdad. Es una tarea que todo periodista debe asumir en la búsqueda del bien común. Por eso es muy importante fortalecer el valor profesional de independencia”, indicó.