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17 mayo, 2018

Ramón Mujica: “El arte jesuita representa el sincretismo y el respeto por la cultura local”

La segunda sesión del ciclo de conferencias Fides y Humanitas: claves para inspirar el presente, a cargo del historiador y ex director de la Biblioteca Nacional del Perú, Ramón Mujica, abordó la narrativa simbólica del arte jesuita durante el Virreinato. El autor del libro La imagen transgredida: ensayos de iconografía peruana y sus políticas de representación simbólica destacó el sincretismo de pinturas y esculturas que evidencian el respeto por la cultura local, la teología del lenguaje y el amor por las diferentes lenguas.

El historiador explicó la obra de Bernardo Bitti, padre jesuita que desarrolló su trabajo en Lima, Cuzco, Ayacucho, La Paz y Sucre, desde 1575. El pintor italiano fue enviado por su talento para reforzar, por medio de su arte, la labor de evangelización que se estaba realizando en América. De su pintura “Oración en el huerto”, que se encuentra en el Museo de Arte de Lima, destacó su trabajo de paisajismo como una forma de arte religioso y sagrado. Además, la decoración con flora y fauna tropical vincula a los jesuitas y la Amazonía.

El “Cristo resucitado” de Bernardo Bitti, obra de óleo sobre tela, ubicada en el templo de la Compañía de Jesús en Arequipa, evidencia la influencia indígena, lo cual se observa también en el decorado de las paredes del recinto. “De todas las órdenes religiosas diría que los jesuitas fueron quienes trabajaron de manera más cercana con las poblaciones aborígenes, incluso rescatando su propia esencia y dándoles la libertad en su expresividad artística no solo estilística, sino incluso iconográfica”, expresó.

Compartió el análisis de un grabado en el que se observa al P. Alonso de Barzana, sentado para bautizar a Túpac Amaru I, poco antes de ser ejecutado. Se observa al inca con uncu real adornado de tocapus y orejeras, con la cabeza rapada. Esta confesión sirve como medio de reconciliación entre indios y los jesuitas como un encargo que les hizo inca antes de morir. Según las crónicas de Altamirano, esto explicaría por qué posteriormente los indios les apoyaban en la construcción de sus iglesias.

Para Ramón Mujica, el “Niño Jesús de Huanca”, retrato de una escultura de un niño vestido con mascapaicha real, capa de obispo y con ojotas de oro, no solo retrata la efigie física, sino la iconofanía irradia luz. Representa con claridad el sincretismo y el respeto a la cultura local. “Los jesuitas se distinguen por su habilidad para jugar con los símbolos, por ejemplo, logran establecer una relación directa del sol padre con el Evangelio y también una nueva lectura de lo andino como el que las culturas precolombinas prepararon el camino para la llegada del Evangelio”.

La siguiente conferencia se realizará el martes 22 de mayo, a las siete de la noche. Estará a cargo del P. José Luis Gordillo, SJ, quien abordará el tema de espiritualidad ignaciana para discernir el presente, en el auditorio del campus. El ingreso es libre.

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