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23 abril, 2024

[Artículo RPP] Ricardo Falla: Problemas, diagnósticos y soluciones: más allá de cualquier simplismo

Hay quienes creen que se han realizado demasiados diagnósticos para los problemas que enfrenta un país como el Perú. Y que lo que falta, en ese sentido, son soluciones. Pueden haberse planteado una infinidad análisis sin llegar a tener un grado confiable de certidumbre. Por ello, ¿cuándo un diagnóstico nos abre la puerta a algún tipo de solución?

En los asuntos sociales, raramente un problema tiene una respuesta simple. De ahí que resulte imposible determinar con seguridad una sola causa y diagnóstico. Para algunos, el problema fundamental de nuestro país es la “falta de educación de calidad”. Para otros el “deterioro de valores morales”. También hay quienes creen que la mayor dificultad es la ausencia de una “ética pública”. Otros apuntan a que el problema es la “desestructuración de la familia tradicional”. Asimismo, hay otros, algo más torturados, que piensan que el problema es el “eclipse de lo religioso”. De igual modo, algunos consideran que la “injusticia social” es el problema más apremiante. Y así, podríamos seguir enumerando una infinidad de causas que tienen incidencia sobre los problemas de nuestro país.

Es evidente que varias de las causas señaladas tienen repercusiones sobre la generación de los problemas de nuestro país. La pobreza, el apocalipsis de la educación básica, la corrupción pública, etc., son graves problemas que tienen causas que pueden ser deducidas de la observación de sus procesos externos e internos. Sin embargo, si realmente queremos hacer diagnósticos que nos brinden soluciones, debemos prescindir de cualquier simplismo. Es decir, superar la falacia de que en el Perú tenemos “demasiados diagnósticos” y que debemos centrarnos en la formulación de soluciones.

Si bien es cierto que se han realizado abundantes diagnósticos, éstos no son tan certeros; pues no han brindado las soluciones necesarias ¿Cuándo en términos sociales un diagnóstico tendría mayor confiabilidad? No hay una ciencia absoluta sobre este tema. Pero la experiencia nos enseña que es importante asumir a un país como un sistema complejo, en donde confluyen una serie de tramas subsistémicas. Una nación posee una serie de conjuntos políticos, económicos, culturales, morales, epistémicos, estatosociales, etc. Todos estos conjuntos interactúan entre sí, influenciándose mutuamente. De ahí que si queremos realizar una serie diagnósticos sobre los problemas del Perú tendríamos que atenernos a esa complejidad sistémica.

¿Tardaríamos demasiado en elaborar diagnósticos desde la complejidad polisistémica? Sí, sin duda. Pero las soluciones tendrían un menor grado de error, pues se tomaría en cuenta las diversas aristas de un plan de soluciones. Recordemos que las salidas simples a problemas realmente complejos generan mayores dificultades en el tiempo. Pues ocasionan serias distorsiones en diversos ámbitos de la realidad social. No hay nada más peligroso, en términos sociales, que una solución sostenida sobre una serie de falsos diagnósticos ¿Cómo evitar ello? Construyendo una comunidad académica crítica, que reaccione contra los simplismos y los reduccionismos que tan alegremente se expresan. ¿Cómo se construye una comunidad académica crítica? Volviendo con fuerza a la discusión teórica y al escrutinio riguroso de la técnica aplicada.

Lea la columna del autor en Rpp.pe

Sobre el autor:

Ricardo L. Falla Carrillo

Jefe del Departamento de Filosofía y Teología de la UARM

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