Amelia Alva Arevalo, directora de la Escuela de Posgrado de la Universidad Antonio Ruiz de Montoya (UARM), participó en un informe del suplemento Posgrados de Gestión sobre la importancia de la carta de motivación y compartió recomendaciones para su redacción. Recomendó que antes de iniciar la redacción, lo mejor es elaborar una estructura básica. Dedicar un 20% de la carta a la introducción, un 60% al cuerpo de texto y un 20% al desenlace. La introducción debe contener una breve presentación de tu trayectoria académica y profesional y los motivos por los que quieres iniciar un posgrado. En el desarrollo, te debes explayar sobre tu interés en el posgrado elegido y por qué razones eres un buen candidato. En el desenlace, puedes indicar tu deseo de ampliar toda la información brindada en una entrevista personal y, además, conocer a las autoridades del posgrado.
“Hay que tener en cuenta la extensión del texto. Lo ideal es que no sea muy largo, que tenga entre 400 y 700 palabras. Considerar también que una buena redacción se caracteriza por el uso de frases cortas en el orden de sujeto-verbo-predicado. Hay que evitar usar excesivamente las comas explicativas o incidentales, que conllevan a oraciones muy extensas. Además, evitar utilizar palabras rebuscadas o de poco uso; el lenguaje debe ser formal, pero no grandilocuente”, señaló Amelia Alva.