El Fondo Editorial de la Universidad Antonio Ruiz de Montoya presentó en la BNP la obra “Mística y Espiritualidad. Misión jesuita en el Perú y el Paraguay durante el siglo XVII” del sacerdote jesuita, Juan Dejo, doctor en Teología. Los comentaristas destacaron que esta nueva transcripción y análisis del Sílex del divino amor del jesuita Antonio Ruiz de Montoya (1585-1652) revela una espiritualidad y una vocación evangelizadora y misionera que se nutre del respeto y la valoración de la interculturalidad. Su lanzamiento se realizó junto con la edición n.° 8 de la Revista Sílex dedicada a los 450 años de la llegada de los jesuitas al Perú.
El historiador Ramón Mujica destacó que el Sílex pone en evidencia que desde inicios del siglo XVII la Compañía de Jesús forjó un pensamiento místico laico. “No es un mero tratado de teoría mística o un llamado general a la contemplación activa. La obra está repleta de guiños a una nueva espiritualidad laica, devotio moderna, que busca expandir las fronteras políticas sociales y lingüísticas. Para Ruiz de Montoya las poblaciones indígenas y mestizas del Perú formaban parte de su política universalista encaminada a la trascendencia. Las convirtió en los nuevos protagonistas espirituales de una Iglesia católica en franco crecimiento y renovación. Puso en valor la espiritualidad laica del indio y del mestizo”, expresó.
El P. Rafael Fernández Hart, SJ, destacó que la investigación es un aporte importante a la historia de la espiritualidad y de la fe en el Perú, ya que no se contaba con un estudio de esa naturaleza. “Nos invita a descubrir por nosotros mismos el sentido de la mística y espiritualidad. El eje central de su obra es la oración. Da cuenta que Ruiz de Montoya considera al acto de fe como una dinámica interna en la que se une tanto la conciencia como la presencia de Dios, a través de la contemplación, más que en el acto de recogimiento”, señaló el filósofo.
Rocío Silva Santisteban, activista, escritora y periodista, sostuvo que el autor trajo a reflexión el misticismo de Ruiz de Montoya, quien apostó por uno diferente en base a tres elementos nucleares: el acto de fe, la presencia de Dios y la renuncia. Esto sobre un trasfondo básico: la sorpresa mística de un Dios que habita la naturaleza en su totalidad y debemos acercarnos a ella como los niños se acercan a la vida para gozarla no para conceptualizarla. “El aprendizaje de que Dios está en todas partes en especial en la naturaleza que contemplan día a día, lo aprendió de los guaraníes”, explicó.
El P. Juan Dejo, SJ, profesor de Historia y Teología en la Universidad Antonio Ruiz de Montoya y director del área de Formación Continua, expresó que en el Sílex Ruiz de Montoya nos va narrando su descolonización y además nos brinda luces sobre cómo abordar la interculturalidad en base a la valoración de sus componentes culturales. “Nos sugiere una nueva forma de misión en la que destaca la dinámica intercultural y el tener presencia en la realidad en la que nos desempeñamos. Eso se lo enseñaron los indígenas”, enfatizó.